Diferencias entre pagarés y pagos domiciliados
En el entorno empresarial de España casi el 95% de las empresas son pymes y muchas de ellas se encuentran con el problema de no contar con un departamento financiero que conozcan las formas de pago adecuadas para sus transacciones comerciales. Por eso, muchas veces es común confundir el pagaré y pago domiciliado como medio de pago entre empresas.
A continuación, vamos a definir brevemente los 2 conceptos para poder ver las principales diferencias entre pagarés y pagos domiciliados.
Pagos domiciliados
Es una forma de pago muy cómoda pero no aporta ninguna garantía de cobro y no es nada seguro para los acreedores que pueden no cobrar si no hay suficiente saldo en la cuenta del cliente.
Por tanto, los pagos domiciliados pueden ser una forma de pago para clientes habituales con mucha confianza pero sin duda, es mucho más seguro para las operaciones con pagos aplazados requerir un pagaré de empresa.
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¿Cuál es la diferencia entre un recibo domiciliado y un pagaré?
Otra diferencia es que el pagaré tiene un mayor peso legal que el pago domiciliado, ya que tiene que estar firmado por ambas partes estando obligado el deudor a cumplir su compromiso de pago.
Por tanto, el pagaré tiene más valor como medio de pago de una factura, ya que las garantías de cobro para el beneficiario de un pago domiciliado son mucho más reducidas que en otro tipo de documentos como el pagaré.
Es importante que los autónomos y Pymes conozcan las características y diferencias entre pagarés y pagos domiciliados como medios de pago para las operaciones comerciales. Así podrán gestionar de una forma más eficiente la tesorería de su empresa.
En DGF descontamos pagarés de una forma flexible y rápida para que puedas disponer de liquidez inmediata con la seguridad legal del cumplimiento del cobro en la fecha establecida.