La deuda pública marca nuevo máximo al subir en 4.895 millones en enero
millones de euros en enero, hasta los 1.175.856 millones de euros, con lo que se situó
en el entorno del 97,4% del PIB, según los datos publicados este viernes por el Banco de
España.
En concreto, la deuda pública aumentó un 0,4% en enero respecto al mes anterior, y
repuntó un 2,6% respecto al mismo mes del año pasado, al elevarse en 30.019 millones de
euros en un año.
De esta forma, la ratio de deuda pública inició el ejercicio 2019 en el entorno del 97,4% del
PIB, unas cuatro décimas más que el porcentaje con el que cerró 2018 (97%) y dos puntos
por encima del objetivo fijado para este año, del 95,4% del PIB.
En términos absolutos, la deuda pública acumula tres meses consecutivos de incrementos y alcanza en el primer mes del año su nivel histórico más alto, superando el récord registrado en septiembre el año pasado (1.175.704 millones de euros).
Este dato, no es un dato Baladí, para todas las empresas que trabajan para las administraciones públicas, puesto que los retrasos en el cobro de los trabajos realizado son uno de los principales problemas para su cash-flow y una de las causas más importante de las
tensiones de tesorería que sufren.
Tenemos sobrados ejemplos en el pasado de que cuando la administración se satura por la acumulación de deudas, repercute en sus proveedores, ya que intentan solucionar sus necesidades de financiación, retrasando los pagos y financiándose a través de ellos.
Es ahí, donde cobra especial importancia el servicio prestado por las pocas financieras que aceptan y saben gestionar el factoring público; un producto específico y complicado de ejecutar en tiempo y forma, debido a la complicación administrativa, diferente en cada organismo; siendo ésta, una de los pocas opciones a las que pueden recurrir para poder financiarse y poder atender sus obligaciones sin retrasos, permitiéndoles poder mantener y aumentar su facturación sin el peligro de morir de éxito.