¿Qué es el principio de caja?
El principio de caja es el criterio que establece que los gastos e ingresos deben registrarse en el mismo momento que son pagados o cobrados. Este registro es independiente de la fecha de la materialización de la entrega del bien o de la prestación del servicio. El registro contable de estas operaciones se hace en el momento en que se ingresa el dinero o se produzca la salida de éste. En el momento que se produce la corriente monetaria, será cuando se registra.
En operaciones de transacciones con pagos hechos a plazos, se aplica el principio de caja.
Conociendo el principio de caja
En los casos en los que se aplica el criterio de caja, el IVA se deduce recién a partir de que se efectúe el pago por el servicio o bien prestado y solo se inscribe lo que se ha cobrado.
El principio de caja es diferente al principio de devengo, ya que el de caja se usa para confeccionar los estados de flujo de caja. En este reporte se muestran las salidas y entradas de dinero en la empresa y de esta manera se mide la liquidez de una compañía. Cuando una empresa tiene controlada, realmente, su liquidez, podrá estudiar con mayor precisión si es necesario acudir a la financiación no bancaria para conseguir más liquidez, con productos financieros como el descuento de pagarés, el confirming, el factoring, etc…
Para entender bien el concepto, podemos resumir en términos contables que las operaciones se deben asentar con la salida o entrada del efectivo independientemente del tiempo en que se entregó o prestó el bien o servicio.
¿Cuándo es útil el principio de caja?
El principio de caja es muy apropiado para usar cuando se realizan transacciones que se pagan o cobran a plazos. Por ejemplo, es muy útil para el pago del IVA a la agencia tributaria, porque muchas veces las Pymes tienen que pagar el IVA sin haber recibido el dinero aún. También para estos casos, en Descuento Global Financiero tenemos una sección de financiación para pymes.
Pero tanto aplica a los ingresos como a los gastos, así que si aún no se han realizado abonos a los proveedores, no se puede desgravar.
Este principio también es muy apropiado cuando la empresa quiere elaborar el estado de flujo de caja
Para las pequeñas empresas, el pago del IVA no cobrado, por ejemplo, puede incidir y afectar en la tesorería del negocio y en muchos casos puede causar graves problemas económicos, por eso es recomendable también el uso de productos financieros para conseguir liquidez inmediata y que el día a día del negocio no se vea afectado.
En el caso del IVA, si éste no es declarado hasta que no se cobre, quién se beneficia de un servicio tampoco podrá desgravar las ganancias hasta que no lo pague.
El principio de caja también tiene desventajas
El principio de caja dificulta el control por parte del Estado, y puede generar situaciones de “fraude”. También puede generar la elaboración de dos tipos de recibos en los casos en que se utilice el principio de caja y el de devengo. Hay empresas que prefieren no trabajar con empresas con este principio, ya que no se deducen el IVA previamente
Por lo tanto, el principio de caja afecta a las dos partes involucradas en una operación comercial.
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